La calidad de la comida y el servicio que oferta un restaurante es parte fundamental de su funcionamiento. Pero hoy en día, la imagen que nos proyecta el lugar así como la experiencia que nos llevamos del mismo, una vez visitado, son también razón importante para decidir volver.
Y es que, un restaurante bien decorado y con una atmósfera adecuada, puede marcar la diferencia para determinar si un cliente va a repetir la experiencia. A veces, no sólo el tipo de comida atrae al consumidor. Sentirse cómodo y a gusto puede influir más en la decisión de ir de nuevo.
Independientemente de su presupuesto o necesidades de diseño, la decoración de un restaurante, cafetería, club… debe ser una preocupación importante. Por ello son muchos los espacios que, cada vez más, se preocupan de su estética. En ocasiones, muchos de estos espacios, llegan a convertirse en auténticas galerías de arte. Si además le acompañan las delicias de su gastronomía, es una excusa más para volver de nuevo a regalarnos una experiencia para todos los sentidos.
Personalmente, si el entorno donde voy a comer me agrada, la comida la disfruto mucho más, pasando, claro esta, por la calidad, limpieza y atención, no nos llevemos a engaño.
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FUENTE: elmundo.es