Un 45% no cumple con ningún estándar. Si haces una búsqueda de casas rurales adaptadas, por ejemplo, en Huesca, Cuenca o Navarra (entendemos que son destinos rurales con gran afluencia de público), te encontrarás con que sólo hay un establecimiento en cada uno de estos puntos que se adapta a los estándares óptimos para personas con minusvalías. Si buscas en Gerona o en Tarragona, por ejemplo, no vas a encontrar nada. Y no lo decimos nosotros, sino que lo indica la guía de locales adaptados de la Plataforma Representativa Estatal de Discapacitados Físicos (Predif).
Y es que hay más: únicamente un 8% de los hoteles españoles garantiza autonomía a clientes en silla de ruedas, sólo un 27% ofrece facilidades a personas con discapacidades visuales, y menos de un 5% de los cámpings españoles tiene todos sus servicios adaptados. Ah, y un 54% de ellos no cuenta con instalaciones ni accesos. A consecuencia de esto, las casas rurales sólo suponen un destino válido de vacaciones para el 6% de las personas con discapacidad y los cámpings, para un 12%. Todo ello, según el Libro Verde de la Accesibilidad del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales,
