Nuevo jarro de agua fría -tirando a helada- al mercado de la vivienda. El precio de las casas en España caerá de media un 30% adicional durante los tres o cuatro próximos años (hasta 2016-2017) para poder casar una oferta que, aunque lentamente, no dejará de crecer por las nuevas construcciones y por el efecto de la emigración en busca de empleo. Además, la demanda seguirá menguante, especialmente por la menor creación de hogares. Ésta es alguna de las conclusiones que se pueden extraer del ‘Anuario Estadístico del Mercado Inmobiliario Español 2013’ de la consultora RR Acuña & Asociados a partir de datos oficiales y de proyecciones propias, que considera la situación del sector «bloqueada».
Este tránsito será lento, de forma que el ‘stock’ de pisos vacíos no se podrá absorber en al menos seis años y además provocará profundos cambios en el sector inmobiliario español: los promotores prácticamente desaparecerán dejando antes una carga de unas 600.000 viviendas sin vender a los bancos, que tendrán que soportar mayores cargas en provisiones.
Así, España, que ya cuenta con una ratio de 1,5 viviendas por habitante, la más alta del mundo, según el estudio, podría contar en unos años con al menos 6,2 millones de viviendas a ocupar, que incluso podrían ir a más, puesto que continuará la promoción de viviendas, se seguirán produciendo desahucios y seguirán emigrando españoles mientras no se recupere el empleo.
Por el contrario, la demanda irá a menos por razones demográficas y por la mala coyuntura económica. Según el anuario, la caída de los matrimonios, la caída de la tasa de natalidad desde principios de los años 80, la salida de españoles al extranjero en busca de trabajo y las altas tasas de paro entre los jóvenes de 25 a 35 años ya se han dejado notar en una caída de 16.500 hogares en el primer trimestre del año respecto al cierre de 2012.
Cabría esperar que las compras de viviendas por parte de extranjeros pudieran ser la solución para la absorción del ‘stock’. Si bien, de las compras realizadas por este colectivo en 2012, el 91,8% fueron adquisiciones por parte de extranjeros residentes, lo que no supone por tanto una disminución real del ‘stock’.
Fuente: elmundo.es