Claves para comprar vivienda en 2015


El camino a la compra puede andarse en solitario o de la mano de un profesional, una intermediación que no acaba de cuajar en el mercado español, al contrario que en la mayoría de los países más avanzados, donde el sector está más regulado y profesionalizado. Sea como fuere (sólo o acompañado), la agenda, más allá de la tranquilidad que da un asesor, sería prácticamente la misma.

SITUACIÓN PERSONAL
   El primer paso del potencial comprador debe ser analizar su situación personal, económica y laboral, siendo realista y con previsiones a largo plazo. «Esta reflexión pocas veces se hace». «Los compradores suelen mirar a corto plazo, ver si pueden pagar la entrada y la cuota de la casa de sus sueños…». Este punto de partida puede dar al traste con la intención de comprar si no se cumplen ciertos criterios -principalmente, financieros y de empleo-, pero se antoja prioritario. Dependiendo de estas circunstancias, se constatará si la compra es factible o no. En caso negativo, el alquiler podría ser la alternativa.
FIJAR UN PRESUPUESTO
   Antes de comenzar a buscar, el comprador tiene que definir el presupuesto con el que cuenta. De nuevo, la clave pasa por ser realista y marcar una cantidad acorde a su perfil. ¿Cómo se calcula este importe? Hay varias fórmulas, aunque quizá la más apropiado sea estudiar el esfuerzo económico. Los economistas defienden que la cuota hipotecaria a pagar no debe sobrepasar un tercio de los ingresos familiares o que el precio de la casa no suponga entre cuatro y cinco años de salario bruto anual. Una vez fijado el presupuesto, esta cuantía no debe variar al alza más de un 5%, porque el comprador estaría accediendo a una vivienda que está por encima de sus posibilidades. En este sentido, los compradores suelen fijarse sólo en los precios anunciados sin calcular impuestos como el ITP o el IVA y los gastos de notario y registro, que pueden incrementar el precio marcado entre un 13% y un 15%. Por ello, aconsejamos mirar inmuebles que se ajusten 100% al presupuesto o que incluso estén por debajo.
VISITA AL BANCO
   Aunque cada uno puede estimar cuál es su presupuesto aproximadamente con los métodos mencionados, lo más aconsejable es ir al banco para confirmar con qué se puede contar. «Saber la capacidad de endeudamientoque se tiene y hasta dónde se puede llegar con los ahorros de los que dispone se alza como un punto más que relevante en el camino hacia la vivienda en propiedad». Hay que ser muy prudente en este paso. «El banco será un vehículo para financiar la compra, pero no una ventanilla para ir a pedir el dinero porque se puede caer en el error de no ser realista con la situación económica». «Nuestro consejo es que el potencial comprador visite la entidad antes de iniciar la búsqueda para saber la financiación a la que puede aspirar si necesitara hipoteca».
DELIMITAR ZONA
   «La variable de la ubicación es de las más importantes. Primero hay que plantearse dónde se quiere vivir y después tantear los precios en esa zona». «Si los costes de la oferta o tipologías en el enclave elegido no encajan, hay que ir alejándose circularmente respecto al punto establecido», al igual que se anima a que el comprador vaya ampliando su ámbito de acción desde el epicentro marcado para generar mayores posibilidades de encontrar lo que necesita.
ELEGIR TIPOLOGÍA
   Según sus necesidades, el comprador debe fijar qué tipo de casa requiere o requerirá a corto y medio plazo (los más conservadores deben mirar al largo plazo, a una casa para toda la vida). Debe perfilar, por este orden, la superficie, el número de dormitorios, el número de baños, si precisa garaje o trastero, que la finca tenga o no ascensor, si se quiere terraza o que esté ubicada en una urbanización con zonas comunitarias, etc. «Por sentido común, la tipología es fundamental al elegir una casa, pero la variable del precio resulta un condicionante insalvable», al tiempo que lo lógico es ir restando criterios a la vivienda deseada para no pasarse del presupuesto. Entre los extras a renunciar en primer lugar, según los expertos, estarían algunos metros cuadrados de superficie, la terraza y áreas comunitarias como la piscina o el gimnasio. «Siempre hay que priorizar cuestiones y prescindir de algún elemento, por lo que hay que tener claro cuáles son las prioridades y los aspectos en los que se puede ser más flexibles».
BURCAR EN …
   Los portales inmobiliarios de internet representan los grandes escaparates de viviendas del momento. Las nuevas tecnologías han traído consigo herramientas que permiten hacer una búsqueda de la casa a medida en pocos minutos con acceso a multitud de datos y fotos. Además, aglutinan prácticamente toda la oferta: desde las casas de particulares hasta el producto de los bancos, pasando por los pisos de los promotores y de agencias inmobiliarias. «El personal shopper es capaz de encontrar viviendas que están fuera de los circuitos comerciales tradicionales». «Los profesionales en la materia conocen mejor que nadie la oferta real en su radio de acción y los precios reales (no de publicación) y facilitan la negociación para ambas partes». También pervive la opción de buscar casa a pie de calle, paseando por la zona elegida a la caza de carteles de Se vende o, directamente, preguntando a porteros o residentes ya que, en muchas ocasiones, los vendedores rehuyen de internet para preservar intimidad, evitar curiosos y ser perseguidos por las agencias.
SELECCIÓN DE INMUEBLES
   Para aligerar el proceso, el demandante tiene que hacer una exhaustiva selección de casas a visitar, intentando que éstas respondan en el mayor alto grado posible a lo que busca y «evitar el agotamiento en este proceso». Si se hace un buen estudio previo, basta con ver un máximo de 10. Respecto al momento de la visita, se aconseja al comprador dejarse llevar por las sensaciones. «Cuando uno entra en su futura casa lo nota». En este punto, sugerimos estudiar también el estado de mantenimiento y gastos. «Un error en este sentido puede generar grandes gastos no previstos». «Igualmente, es recomendable conocer los gastos de comunidad, si hay derramas pendientes, si el dueño está al día de todos los pagos, etc.». Una vez realizada una clasificación pormenorizada de los inmuebles visitados y tras haber acotado la búsqueda a tres como máximo, lo idóneo sería asegurarse de que registralmente esas viviendas no esconden sorpresas (deudas hipotecarias, un uso diferente, el nombre del propietario, etc.). Estas verificaciones pueden hacerse a través del Registro de la Propiedad y en la Dirección General del Catastro.
PRECIO
   Cuando ya se han visitado todas las viviendas preseleccionadas, lo ideal es hacer un ránking de preferencias. Advertencia: todas tendrán pros y contras. Resulta clave hacer un minucioso estudio de precio de la zona para comprobar que las pretensiones económicas del vendedor son adecuadas y en caso de no serlo poder refutarle a la hora de negociar. Para asegurarse de que se pagará el precio justo, más que mirar los precios de oferta en la zona, lo mejor es consultar estudios oficiales. Por ejemplo, los notarios publican mensualmente el valor medio de las casas vendidas en cada ciudad e incluso llegan a detallar los precios por distritos. Otro de los indicadores que pueden poner en la pista del precio real de una casa es el ajuste acumulado. Como apuntan los analistas, una buena compra es la que se hace con una rebaja del 30%-40% desde máximos -este porcentaje varía a la baja o al alza según las zonas-. Desde URBAQUIT se ve necesaria la intermediación de un profesional en este paso. «La mayoría de compradores no se hace un planteamiento estadístico sobre el precio, mientras que un agente inmobiliario cuenta con un completo estudio de mercado de su área de trabajo». «La ayuda de un profesional es fundamental para saber si una casa en concreto ha comenzado a encarecerse o si aún seguirá perdiendo valor».
NEGOCIAR
   Por ahora, aún puede negociarse a la baja. Un regateo al que, según los expertos, no le quedaría mucho recorrido toda vez que la estabilización de los precios parece cantada con expectativas (estadísticas) incluso que apuntan al alza. «Actualmente, un buen descuento está entre el 10% y el 15%». No obstante, la decisión final del precio la tiene el vendedor y hay que saber con quién se está hablando, ya que no es lo mismo tratar con herederos que con un vendedor solvente. Recuerdamos que «un profesional siempre negocia con sentido común«. Por ello, aconseja al particular hacer lo mismo y evitar el error de «negociar con el corazón». Avisamos además de que la competencia entre la demanda se ha incrementado y esto provoca que los compradores más decididos se adelanten al resto, limitando las negociaciones. Aconsejamos al comprador «que no pase una oferta, sino que se siente a negociar con el vendedor todos los detalles». «Nuestra experiencia nos dice que son pocas las operaciones que no cuajan alrededor de una mesa».
LA COMPRA
   Tras alcanzar el acuerdo con el vendedor, llega la situación más farragosa: el papeleo. Gestiones en las que se hace obligatoria la ayuda de profesionales. Sobre todo, si se contrata una hipoteca. Antes de firmar, el comprador debe estudiar muy bien todos los documentos. Entre estos, la escritura hipotecaria, cuya oferta vinculante debe tener por ley desde días antes. «Cabe puntualizar que es el comprador quien elige al notario ya que es quien lo paga», recuerda Jiménez. «Un fallo en este último paso del proceso puede ser fatídico», dice.
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